domingo, 6 de febrero de 2011

Lo efímero del hipertexto

Adrián Valencia
David Ospina
Emmanuel Marín


La rapidez con que suceden  los acontecimientos, la capacidad de las personas de generar todo tipo de pensamientos con base en lo que ha sucedido y el poco tiempo que dura en la memoria.



El contexto en el que diariamente nos desarrollamos y vivimos es un entorno hedonista, es decir, el placer se ha convertido en la cúspide, hasta convertirse en un dios; el dinero cada día corroe más al ser humano y este cae tendido en un mundo puramente consumista y quizás llegando a puntos en los cuales hasta las personas se evaden de ellas mismas sumergiéndose en mundos que va y viene, y así mismo cambia, y se convierte en un círculo vicioso y todo esto a una velocidad increíble. La libertad ya no es caminar, ya no es gozar del aire fresco sino que se convierte en la posibilidad de hacer parte del mundo consumista donde lo más importante es tener, gastar y adquirir; pero en otro contexto también el trabajo, la rutina diaria y el afán por conseguir el sustento también han puesto al ciudadano del común en ese círculo vicioso que ya mencionamos, llevándolo a tomar actitudes indiferentes frente a lo que se desarrolla fuera de ese mismo círculo e incluso la sensibilidad y el amor por lo propio pasan a un segundo plano y se podría tener que se va por la vida vacio pues se crea también un escepticismo, aquí ya no pasa nada y se llega a la indiferencia y su paisaje se torna frio, pues los colores dejaron de importar y se pasó a un mundo plano, todo tiene un límite y un tiempo que por lo general es corto al igual que las experiencias, todo es tan rápido que ni siquiera algunos entienden lo que les sucede o simplemente lo que les sucede no importa pues es tan fugaz que a veces pasa a un segundo plano; es por esto que frente a la indiferencia y a ese quebrantamiento de los valores, de la cultura, de la axiología, de la percepción, de los sentidos y todo aquello que con el ir y venir se ha ido perdiendo pretendemos hacer una puesta en escena en donde el    humanismo y la trascendencia vuelvan a tomar forma en una experiencia híbrida que también puede ser comprendida como algo holístico pues hay que atacar desde vías comenzando por la percepción, pues trataremos de meternos en el mundo efímero de la persona, desde los sentimientos abordando a la ciudad desde aquellas historias contadas y no contadas, desde el pensamiento, porque pretendemos crear un especio para la reflexión, desde la acción vendiendo  una forma de vivir o por lo menos de concebir la ciudad y por último desde la relación porque existe una unión entre persona y ciudad; llevando a aquella persona a adquiera un protagonismo pues estará en interacción con la ciudad desde lo que nosotros le plantearemos y desde lo que el recree individualmente ligando nudos a través de sus percepciones.

Bibliografía

El tiempo de lo efímero, ¿y el cuerpo?
Carolina Rovere.

La magia de lo efímero 
Enrique Rojas.

La hipertextualidad 

De lo lineal a lo hipertextuaGraciela Paula Caldeiro.

http://www.youtube.com/watch?v=mLiki1BPWqg

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