En la exposición del MAMM, se puede apreciar dos puntos de vista de acuerdo al tema que se propone Allí, “naturaleza en el arte”; por una parte está “artificio” que nos muestran la naturaleza entorno a la cultura, el hombre, el mundo y el espíritu, nos muestras un mundo encantado y lleno de colores, de experiencias y vivencias , llenos de colores; al entrar allí hay una luz amarilla tenue y una música un poco ambientalista; los artistas hacen muy bien su trabajo pues reflejan y hacen sentir lo que ellos en ese momento pudieron estar viviendo, recrean unos paisajes alegres y muy llamativos, sacan lo mejor de la fauna y la flora y lo saber traer al arte; en frente de este salón se encontraba la exposición de LUIS FERNANDO ROLDAN, al entrar allí hay un mundo de sensaciones, desde la luz blanca que muestra todo muy amplio hasta ese olor característico del vidrio fundido y craquelado que impactaba los pies. Allí este artista nos daba una enseñanza de cómo entre mas se tiene las cosas, más se derrocha, es decir, como tenemos tanta agua, se puede tirar para el techo y no cuidarla; este artista quería sensibilizar a las personas, crear sensaciones y experiencias, un mundo de impurezas, algo muy transparente pero muy claro, separado de una planta, que por muy bonita que sea cuando se empieza a reproducir se vuelve en plaga además de la analogía que hace con el sapo; algo que pude observar y hacer la semejanza de esta obra, es como es piso lleno de vidrio muy organizado va cambiando de acuerdo al flujo de personas que van entrando allí, pues van dejando las sus huellas y huecos, y es así como cada personas aporta a la construcción o destrucción del medio ambiente.
y es así como esta exposición de la naturaleza nos muestra dos realidades muy cercana pero que toman rumbos muy diferentes, no hace sentir y reflexionar un poco sobre la diversidad que tenemos y como la estamos aprovechando.
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